Mastitis en la lactancia: cómo aliviar el dolor y prevenirla

La lactancia materna es una de las etapas más bonitas y, al mismo tiempo, más exigentes de la maternidad. Sin embargo, en ocasiones, pueden aparecer complicaciones que generan dolor, incomodidad y muchas dudas. Una de las más frecuentes es la mastitis, una inflamación del tejido mamario que puede presentarse durante la lactancia y que requiere atención precoz para evitar que empeore.

En este blog te explicamos qué es la mastitis, cómo identificarla, qué hacer si aparece, cómo prevenirla y productos para calmar la mastitis, siempre con el respaldo profesional del equipo de Farmacia Espejo.

¿Qué es la mastitis y por qué aparece?

La mastitis es una inflamación del pecho que puede tener origen infeccioso o no infeccioso. Suele aparecer durante la lactancia, especialmente en las primeras semanas, cuando el pecho se adapta a la succión del bebé.

En muchos casos, se produce por una obstrucción de los conductos galactóforos, que impide el vaciado completo de la mama. Esto genera acumulación de leche, inflamación y, si no se trata, puede derivar en una infección bacteriana, generalmente causada por Staphylococcus aureus.

Otros factores que aumentan el riesgo de mastitis son:

  • Grietas o heridas en el pezón, que facilitan la entrada de bacterias.
  • Tomas poco frecuentes o incompletas de leche materna.
  • Presión excesiva en el pecho, por sujetadores inadecuados o posturas incorrectas.
  • Estrés o cansancio, muy comunes en el posparto.

Síntomas de la mastitis: cómo reconocerla a tiempo

Detectar la mastitis en sus fases iniciales es clave para un tratamiento rápido y eficaz. Los síntomas más frecuentes son:

  • Dolor intenso o sensación de pinchazo en una zona del pecho.
  • Área caliente, enrojecida y dura al tacto.
  • Fiebre (por encima de 38 ºC).
  • Malestar general, escalofríos o cansancio extremo.
  • Dificultad para amamantar debido al dolor.

Si observas alguno de estos signos, no suspendas la lactancia. Continuar amamantando ayuda a vaciar la mama y a reducir la inflamación.

Tratamiento de la mastitis: cómo aliviar el dolor y recuperar el bienestar

El tratamiento depende del tipo y gravedad de la mastitis:

  1. Mastitis sin infección
    • Aplicar compresas calientes antes de la toma para favorecer el flujo de leche.
    • Masajear suavemente el pecho desde la zona afectada hacia el pezón.
    • Facilitar la succión frecuente del bebé o, si es necesario, extraer la leche con sacaleches.
    • Evitar sujetadores muy apretados o ropa que ejerza presión.

  2.  Mastitis con infección bacteriana
    • El médico puede indicar un tratamiento antibiótico compatible con la lactancia.
    • Se recomienda reposo, hidratación adecuada y continuar con las tomas o extracciones.

 En cualquier caso, el farmacéutico puede orientarte en el alivio del dolor, la protección del pezón y la prevención de nuevas complicaciones.

Cuidado del pezón: una clave esencial para prevenir la mastitis

La prevención es siempre la mejor herramienta. Mantener la piel del pezón sana, flexible y sin grietas reduce el riesgo de infección y mejora la experiencia de lactancia.

En Farmacia Espejo te recomendamos una selección de productos específicos para el cuidado del pezón, diseñados para hidratar, reparar y proteger la piel durante la lactancia.

Descúbrelos en nuestra sección dedicada de productos para calmar la mastitis.

Entre los productos más útiles destacan:

  • Cremas que calman y regeneran el pezón agrietado.
  • Discos absorbentes que evitan la humedad excesiva.
  • Pezoneras ideales para proteger el pezón durante las tomas.

Consejos prácticos para prevenir la mastitis

Además de cuidar la piel del pezón, hay varias recomendaciones que te ayudarán a evitar la aparición de la mastitis:

  1. Asegura un buen agarre del bebé durante la toma. Un mal acoplamiento puede causar grietas y vaciado incompleto del pecho.
  2. Varía la posición de lactancia para facilitar el vaciado uniforme de todas las zonas de la mama.
  3. Evita saltarte tomas o prolongar mucho el tiempo entre ellas.
  4. Descansa y mantente hidratada. El cansancio y la deshidratación pueden favorecer los procesos inflamatorios.
  5. Acude al farmacéutico o al médico si notas dolor persistente o fiebre. Cuanto antes se trate, más rápido se resuelve.

Lactancia y mastitis: ¿puedo seguir amamantando?

Sí. De hecho, es recomendable seguir dando el pecho siempre que el dolor lo permita. La leche no está contaminada y continuar con la lactancia ayuda a drenar la mama y reducir la infección.

En los casos más dolorosos, se puede extraer la leche manualmente o con sacaleches, para mantener la producción y evitar la congestión.

Cuándo acudir al profesional sanitario

Consulta siempre con tu farmacéutico de confianza o tu médico si:

  • Tienes fiebre alta persistente.
  • El dolor no mejora en 48 horas.
  • Notas una zona muy endurecida o con secreción purulenta.
  • Aparece una grieta que no cicatriza.

Recuerda que una detección temprana y un buen cuidado del pecho son la clave para continuar disfrutando de una lactancia saludable y sin complicaciones.

Cuida tu bienestar y confía en el consejo farmacéutico

La mastitis es una complicación frecuente pero perfectamente controlable si se actúa a tiempo. En Farmacia Espejo, te acompañamos en esta etapa tan especial de la maternidad, ofreciéndote asesoramiento personalizado y productos seguros para ti y tu bebé.

Consulta a nuestro equipo de farmacéuticos y descubre nuestra selección de productos para calmar la mastitis.

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JOSE ESPEJO GUERRERO

Doctor en Farmacia | Farmacéutico Comunitario | Investigador en Atención Farmacéutica | +40 años de experiencia | +20 publicaciones científicas

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